Por considerarse de grandísima utilidad y de interés general, a instancias del Ayuntamiento de Ingenio, el ingeniero Juan León y Castillo el año 1885 mandó levantar plano de la nueva calle que se proyectaba realizar atravesando el “callejón de la Bagacera” hasta la Plaza y Templo de Nuestra Señora de Candelaria, evitando la pronunciada pendiente de la Calle Real, conocida por La Ladera o “camino que va a la Candelaria”, consiguiéndose una nueva vía de comunicación para el tránsito de las carretas desde el Puente, al tiempo que se prestaba al ensanche del caserío al poderse construir casas a ambos lados. Su apertura se produjo después de llegarse a un acuerdo con los vecinos a cambio del valor de los terrenos afectados, cruzando el primitivo barrio del “Mentidero”. Durante años se la conoció popularmente por Calle Nueva hasta que en 1919 se le puso el nombre de Manuel Luengo. Después de la Guerra Civil pasó a llamarse General Franco, para volver al primitivo nombre en época reciente.
Antes de abandonar la Calle Nueva, merece la pena detenernos un momento a admirar el mural en el que el artista ingeniense Manolo Mherc, Manuel Hernández Caballero, plasmó una escena de la actividad comercial de Ingenio en la Bahía de Gando, que constituía el puerto más cercano para la recogida o envío de mercancías.
Antes de abandonar la Calle Nueva, merece la pena detenernos un momento a admirar el mural en el que el artista ingeniense Manolo Mherc, Manuel Hernández Caballero, plasmó una escena de la actividad comercial de Ingenio en la Bahía de Gando, que constituía el puerto más cercano para la recogida o envío de mercancías.