La fundación de la Ermita de Nuestra Señora del Buen Suceso, en El Carrizal, fue impulsada por los propios vecinos, encabezados por el Capitán Juan Ambrosio Betancur, el cual contó con la ayuda popular por medio de limosnas o contribuciones en trabajo para la edificación.
El Capitán Juan Ambrosio Betancur, unido al resto de la población, fundó una capellanía para la celebración de las misas todos los domingos del año, extrayendo su renta de la dotación de una noche y un día del Heredamiento del Carrizal en el año 1.657, añadido a las 34 dulas de éste , al que se sumaron donaciones en préstamos de animales y días de trabajo para la siega de las cuatro fanegadas con las que dotó el capitán a la ermita, además de la entrega de 2.400 maravedíes anuales perpetuos en su beneficio.
La autorización o licencia del Obispado para su construcción se otorga el 5 de Agosto de 1.658 por Auto del Señor Ordinario eclesiástico , en base a la fábrica de un sitio de culto “ como bien y utilidad común de los vecinos de dicho lugar del Carrizal y por estar lejos de la dicha Villa de Agüimes y lugar del Ingenio de Candelaria , y ser hombres pobres y sus familias, así también por falta de vestidos , como por no dejar sus haciendas y sembrados solos, no pueden acudir a oír misa a la parroquial de la Villa y que, teniéndola en dicho lugar del Carrizal, a donde está la vecindad, siempre acudirían” .
Muy pronto le devoción religiosa empequeñeció la ermita carrizalera. El 29 agosto de 1781 los vecinos de El Carrizal dirigen una estancia a la autoridad eclesiástica, presentada y asesorada por el Pbro. D. José j. Naranjo, solicitando permiso para hacer una capilla que, adosada al cañón de la ermita fuera capaz de contener a los fieles que acudía a misa y que tenían que quedarse fuera al no tener cabida en el recinto sagrado. El permiso será dado el 11 de octubre de 1781. El 10 de mayo del siguiente año de 1782 se iniciaron las obras, llegando su coste a 347 pesos. El 10 de agosto del mismo año se procede a su bendición colocándose las imágenes ya existentes de San Roque, la Virgen del Buen Suceso y San Antonio sobre una mesa al fondo de la capilla donde se celebraba la Eucaristía.
Durante el Siglo XIX los vecinos de El Carrizal luchan por conseguir su Parroquia frente a los intereses de los párrocos de Agüimes e Ingenio, contrarios a la desmembración de sus respectivas jurisdicciones. Las peticiones y lamentos de los vecinos en el año 1859, por no disponer de capellán que atendiera los servicios religiosos, fueron evidentes y documentados.
Tres años más tarde perseveran en su petición, solicitando una parroquia auxiliar.
La insistencia y lucha en 1862, solicitando una parroquia auxiliar y el largo calvario de la ermita, por su estado ruinoso, fueron los acontecimientos que desembocaron en la proclamación de la nueva parroquia de Nuestra Señora del Buen Suceso.
El 15 de marzo de 1.888 el obispo D. José Proceso y Pozuelo decretan la creación de la parroquia de Nuestra Señora del Buen Suceso del Carrizal.
Durante años las parroquias de Agüimes y del Ingenio se preocupan por los límites que ha de tener la futura parroquia.
Una vez conseguido el consentimiento y aprobación del Rey Alfonso XIII, el 29 de diciembre de 1.906 el Obispo José Cueto y Díez de la Maza realizaba en la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria un Auto donde rubricaba la declaración, por parte del Obispado de Canarias, del nombramiento de Parroquia a la ermita situada en el Carrizal bajo la advocación de Nuestra Señora del Buen Suceso. Se declara lo siguiente: “….que desde el día primero de Enero venidero en adelante, queda separada, desmembrada y dividida desde ahora y para siempre perpetuamente del territorio que, hasta el presente, ha correspondido a las parroquias de El Ingenio y Agüimes .Se faculta a tener, con entera independencia, el uso de la cruz, campana, sagrario, bautisterio, santos oficios, libros parroquiales, cementerio,Jurisdicción, y demás derechos inherentes a la parroquialidad2”.
El 27 de enero de 1.907 se procede a la inauguración de la nueva parroquia bajo la advocación de Nuestra Señora del Buen Suceso, acompañado de repique de campanas, fuegos artificiales y arcos levantados alrededor del templo El acto terminó con una procesión de la patrona con las imágenes de San José y San Roque.