Ingenio es un pueblo artesano por excelencia. Son muchas las prácticas artesanales que han mantenido vivos los artesanos ingenienses.
La cantería, trabajos en caña, alfarería, la cestería, los trabajos con la hoja de palma, el cuchillo canario y el calado, entre otros, son los que siguen realizándose pues se utilizan en las labores agrícolas.
La confección de los calados, considerados como uno de los trabajos más delicados y minuciosos del sector artesano, se realizó dentro de la unidad de producción familiar hasta finales del siglo XIX cuando las casas comerciales inglesas organizaron esta artesanía bajo el modelo de explotación madeirense. La mano de obra necesaria era eminentemente femenina y rural, procedente de las zonas dedicadas a monocultivos agrícolas estacionales.
Al acabar la Primera Guerra Mundial, la demanda de calados disminuyó considerablemente y el número de caladoras fue mermando de forma progresiva hasta la década de 1950, momento en el que se crea la Sección Femenina, que reactiva este tipo de producción, dándole mucho auge.
Con el paso del tiempo y la llegada de imitaciones del exterior, esta actividad fue perdiendo importancia. Con la idea de conservar esta importante tradición, surgió la Asociación de Caladoras de la Villa de Ingenio. La idea de este grupo es continuar con la producción tradicional (paños, centrales, mantelerías, etc.) e ‘insertar’ el calado en las prendas que usamos cada día (trajes de noche, blusas, corbatas, pantalones, etc.). Por ello, cada año organizan un Desfile de Moda Calada para dar a conocer los nuevos modelos. Además, con el objeto de conocer otras artesanías y prácticas textiles la asociación ha estrechado lazos de cooperación mutua y aprendizaje de la experiencia y trayectoria de la localidad gallega Camariñas en el trabajo artesanal del encaje de bolillos que desarrolla y comercializa.
De igual forma, como lugar de investigación, desarrollo y divulgación de todos los oficios artesanales, el municipio cuenta con un Taller Municipal de Artesanía. Este sigue generando piezas como las tallas, los gánicos y la loza tradicional, como se realizaba desde época aborigen, a las que se les ha añadido imaginativas decoraciones.
