Con el nombre de Heredamientos se conoce a las comunidades de aguas que surgieron en Gran Canaria a raíz de la Conquista con la finalidad de administrar y distribuir las aguas obtenidas en los repartimientos o adquiridas mediante traspasos. Las ordenazas establecidas en 1529 regular su normal funcionamiento, siendo el encargado de aplicarlas el llamado “Alcalde de aguas” y ya en las últimas centurias al alclade del pubelo o un presidente. El caudal canalizado en acequias desde las distintas “madres” (nacientes) se reparten en “azadas” (volumen por segundo), según las “dulas” (periodos entre readas), en razón a la que cada partícipe posea (suertes, cuartas, horas….)
Forma parte de la conformación y el desarrollo económico de toda la comarca Carrizalera. Sus aguas, manadas de distintos nacientes en el curso bajo del barranco del Obispo, regaban tierras de las Majoreras.
Parte de sus acequias son aún hoy visibles.